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Con el colegio en su recta final, muchas son las preguntas que nos hemos podido encontrar sobre la detección de ciertos problemas de aprendizaje.
Por ello, voy a dar una breve pincelada sobre la dislexia.
Se trata de un trastorno específico del lenguaje que se manifiesta por tener dificultades en la lectura en niños con edad suficiente y sin que existan deficiencias intelectuales. Sus patrones neurológicos son distintos a los de otros niños de su edad.
Los síntomas pueden ser:
- Visión borrosa y/o doble durante la lectura
- Falta de atención
- Somnolencia durante la lectura
- Sensación de fatiga y dolor de cabeza al leer durante un rato
- Necesidad de guiñar un ojo
- Lagrimeo o mover la cabeza al leer
- Sensación de que las letras, palabras o líneas se mueven
- Omisión frecuente de palabras y líneas
- Lectura excesivamente lenta
- Fotofobia
El uso de lentes coloreadas como posible tratamiento ha llevado a controversia, pues si ayudan cuando hay fotofobia, facilitan la velocidad y comprensión lectora. Pero dicho tratamiento no está todavía validado científicamente según la FDA (Food and Drung Administration).
Nosotros, los ópticos-optometristas, tenemos el papel de la detección, pues al pensar que se trata de un problema visual, posiblemente seamos el primer profesional al que acuden los padres, pero su diagnóstico lo llevan a cabo los psicólogos.
Como profesionales de la visión, buscaremos errores refractivos, anomalías acomodativas o binoculares que puedan afectar a la lectura o cualquier patología presente en el ojo, en definitiva, nuestra función no es tratarle la dislexia si no el problema visual que agrava su problema.
Teresa M. Martínez Ardil
Óptico-Optometrista
Nº Colegiado: 19208
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