[vc_row][vc_column width=»2/3″ offset=»vc_col-lg-offset-2″][vc_single_image image=»2823″ img_size=»full»][vc_empty_space height=»50px»][vc_column_text]Los ojos son los órganos que nos proporcionan la visión, es por ello que deben ser cuidados y protegidos con esmero. Están expuestos a agresiones físicas, químicas y biológicas al estar en contacto con el medio externo.

Una lágrima de calidad hará que estas agresiones externas se vean frenadas y no comprometan nuestra salud ocular. La lágrima esta en continua formación y mantiene humectada la estructura externa ocular facilitando el arrastre de partículas y cuerpos extraños.

¿Cuál es la causa del síndrome del ojo seco?

Tiene tres fracciones diferentes que se producen en glándulas distintas:

• Las glándulas lagrimales segregan la fracción acuosa, que constituye el 99% del total lagrimal.
• La conjuntiva está  sembrada de millones de células calciformes que producen mucina, la cual supone menos del 0,5% del total lagrimal.
• Los párpados poseen las glándulas de Meibomio, que producen grasa en cantidades ínfimas.

Estos tres componentes se disponen sobre la superficie ocular en tres estratos:

1. La mucina, que se extiende sobre la superficie de la córnea, siendo el estrato más superficial de la lágrima.
2. La lágrima acuosa, que se coloca sobre la mucina formando el estrato medio.
3. La lágrima grasa, que se extiende como una finísima película sobre la acuosa formando el estrato más anterior.

Sequedad ocular, ¿cómo ocurre?

Cuando nos encontramos ante una lágrima de baja calidad o una disminución de la misma podemos encontrarnos ante lo que se denomina ojo seco. Actualmente es la enfermedad ocular más frecuente. Las causas del ojo seco son diversas. La causa más habitual de sequedad ocular es la edad avanzada, ya que, al envejecer, el ojo produce menos lágrima. Las mujeres posmenopáusicas padecen ojo seco con mayor frecuencia que los hombres.

Asimismo, se padece ojo seco durante el embarazo, por la toma de anticonceptivos o el porte de lentes de contacto. También nos encontramos con ciertos medicamentos que provocan ojo seco, entre ellos algunos ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos, anticolinérgicos, antihipertensivos, etc.

Otros factores comunes pueden ser el humo del tabaco, polvo, el polen o pasar muchas horas frente a la pantalla del ordenador. Estas situaciones de la vida cotidiana producen habitualmente escozor, cuyos enrojecimiento y lagrimeo en nuestros ojos.

Pero el problema puede multiplicarse en verano con los aires acondicionados, el cloro de piscina… Y es por ello que debemos tomar medidas para paliar estos efectos.

Los síntomas más comunes son sequedad o irritación ocular, sensación de arenilla o cuerpo extraño, escozor ocular, lagrimeo, visión borrosa, dolor y fatiga ocular.
Para paliar estos síntomas existen lágrimas artificiales que nos proporcionarán un alivio inmediato lubricando la superficie ocular e incluso restaurándola y protegiéndola de daños posteriores.

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